La posibilidad de una gran transformación en el espacio urbano que supone la implantación de una línea de tranvía, ha sido el eje de la intervención que ha realizado este 6 de junio la gerente de Los Tranvías de Zaragoza, Ana M. Moreno Lorente, ante los especialistas de metros y tranvías que se reúnen esta semana en Málaga, en un encuentro de Alamys (Asociación Latinoamericana de Metros y Subterráneos). Esta entidad ha invitado a 180 profesionales de España, Francia, Chile, Brasil, Panamá y Colombia, entre otros países.
“Construir una línea de tranvía es diseñar una ciudad pensada por y para los ciudadanos”, destacó la responsable de la Línea 1. “La transformación urbana que propicia el tranvía supone la completa conquista del espacio público por la ciudadanía. Y este es el fenómeno que hemos experimentado en Zaragoza. Un rediseño integral”.
Además de detallar los datos básicos de la Línea 1, que es ya una referencia nacional e internacional, subrayó que el tranvía ha renovado la ciudad tanto en superficie como en su parte subterránea, con el cambio de más de 30 kilómetros de viejas tuberías de abastecimiento y saneamiento.
“Zaragoza procedió a una renovación de fachada a fachada. La parte central de la ciudad alberga un espacio peatonal de 1,5 kilómetros, desde Gran Vía a Isabel la Católica, cuando antes se interrumpía en tramos, hasta en ocho ocasiones”, añadió. Y recordó que en el cubrimiento del Huerva se instalaron vigas nuevas, en sustitución de las 288 viejas, melladas por la humedad y el paso de los años.
“En la reconfiguración de la ciudad”, subrayó en Málaga Ana M. Moreno, “se han cambiado tres plazas –Plaza de España, Plaza de Basilio Paraíso y Plaza de San Francisco” y cuatro puentes –Puente de Santiago, Canal Imperial, calle Volver a empezar y Majas de Goya–, además de la renovación del entorno de Murallas”, recordó.
Zaragoza ha dado, con el tranvía, un paso adelante sumando 29.175 metros cuadrados de superficie peatonal, construyéndose en paralelo 18 kilómetros de carril-bici.
En su alocución, detalló la completa accesibilidad del medio de transporte y destacó la reducción del tráfico en el centro de la ciudad: “Entre un 25% y un 40% menos. Se ha mejorado también la calidad del aire, con un 16% menos de emisiones, la instalación de 42.000 metros cuadrados de zona verde alrededor de la traza y el ahorro de 19,6 millones de litros de gasóleo al año”, entre otras ventajas medioambientales.