La calidad del aire de Zaragoza experimentó el año 2013 una nueva mejoría respecto al año precedente y por primera vez desde que se llevan a cabo estas mediciones, la media de partículas en suspensión (PM10), uno de los principales indicadores para evaluar la calidad del aire que respiran las personas, se encuentra por debajo de la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo internacional de referencia en este apartado.
La media obtenida por las cinco estaciones instaladas en la ciudad a lo largo del año arrojó una cifra de 19 ug/m3, inferior al promedio aconsejado por la OMS de 20 ug/m3, y muy por debajo de la obtenida tanto en 2012 (21,6 ug/m3) como en 2011 (21,8 ug/m3), así como de la que marca la propia Unión Europea como recomendable (40 ug/m3).
Además de este indicador, los parámetros analizados se han situado a lo largo de todo el ejercicio por debajo de los estándares máximos que fija la Unión Europea. El dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NO2), el ozono (O3) y las partículas pequeñas (PM2,5), que son las que más afectan a los alvéolos pulmonares, han cumplido todos los preceptos comunitarios e, incluso, se han situado muy por debajo de los entándares que fija la UE.
En el caso de los óxidos de nitrógeno, contaminación que se produce fundamentalmente por el tráfico, las calefacciones e industrias también arroja buenos resultados. En este parámetro suele ser el más negativo en las ciudades. En 2013, Zaragoza no superó el valor límite promedio horario establecido por Ley en ninguna de las estaciones, ni tampoco en lo que se refiere al valor límite promedio anual.
Tampoco los valores de inmisión de Dióxido de Azufre (SO2) -concentración de este contaminante a nivel del suelo-, registrados a lo largo del año, superaron ninguno de los valores límites establecidos.
Según la Organización Mundial de la Salud, el SO2 puede afectar al sistema respiratorio y las funciones pulmonares, y causa irritación ocular. La inflamación del sistema respiratorio provoca tos y agravamiento del asma y la bronquitis crónica; asimismo, aumenta la propensión de las personas a contraer infecciones del sistema respiratorio. Los ingresos hospitalarios por cardiopatías y la mortalidad aumentan en los días en que los niveles de SO2 son más elevados.
En otro de los parámetros importantes, el referido a concentración de monóxido de carbono, las estaciones de medición revelaron las bajas tasas que se experimentó en Zaragoza a lo largo de 2013, muy alejadas del umbral de 10 mg/m3 establecido por ley.
Otro de los indicadores más valorados y utilizados a la hora de calibrar la calidad del aire es el del nivel de Ozono, cuyo valor umbral de Información al Público, no se ha visto superado en ninguna ocasión a lo largo del año. El Valor Objetivo de Protección a la Salud, sí se ha visto superado en varias de las estaciones, pero siempre en el marco de lo permitido por la legislación, que son 25 días en promedio de tres años.
Por último, la evaluación del contaminante de materia particulada PM2,5, que se mide a través de la estación remota de Renovales, presentó en Zaragoza un promedio de 10 µg/m3 (frente a los 12 µg/m3 de 2012), siendo 25 el valor de referencia máximo establecido por la UE para el año 2015.
Mejora constante
Desde el año 2008, Zaragoza ha bajado sensiblemente sus niveles de contaminación. En 2009 continuó esa tendencia de mejora y desde 2010 la ciudad cumple todos los objetivos de calidad del aire. El ejercicio 2011 se erigió como el año de la consolidación de esa tendencia, 2012 vino a mejorar aún más si cabe esos niveles, con una rebaja general en cada uno de los contaminantes medidos en las diferentes estaciones, y 2013 ha vuelto a refrendar esta tendencia, de impacto directo en la salud, bienestar y calidad de vida de los ciudadanos.
Estos resultados son el fruto de unas políticas que apuestan por la salud y el medio ambiente. La incorporación de nuevas tecnologías en el transporte público como el tranvía, la red de carril bici, los ensanchamientos de aceras, espacios peatonales, la mejora en la eficiencia energética de los edificios (menor consumo en calefacción y refrigeración), el compromiso del sector industrial y uno de los mejores ratios de m2 de zonas verdes por habitante, entre otras cuestiones, han contribuido de manera significativa a fijar esos niveles dentro de los parámetros que marca la Unión Europea.
“Ejercicio de transparencia”
“Más allá de los datos, claramente positivos y acordes al esfuerzo realizado en nuestra ciudad, hay un detalle que conviene destacar y es el de la transparencia y voluntad de información que lleva a cabo este Ayuntamiento, facilitando información diaria y accesible de todos los registros que recibimos a través de la red de estaciones de medición. Es algo que muy pocas ciudades de España hacen y que creo no se valora lo suficiente”, ha subrayado el consejero de Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, quien a la vez considera que “aunque se ha avanzado mucho en materia de movilidad sostenible, eficiencia y ahorro energético y reducción de emisiones contaminantes, todavía hay aspectos y ratios que se pueden mejorar para mantener a Zaragoza como una de las ciudades con mejores niveles medioambientales de España y del sur de Europa”.